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La semana pasada iniciamos una serie de posts sobre los ácidos cosméticos más populares en el mundo de la estética y el cuidado de la piel. Junto con los múltiples beneficios de los AHA, no debemos olvidar que existen otros componentes naturales que comparten su estructura química y pH <7 y son igualmente eficaces a la hora de tratar la piel y sus necesidades.
Empezamos por el famosísimo y sobreexplotado ácido hialurónico.
ÁCIDO HIALURÓNICO
El ácido hialurónico es una sustancia transparente que podemos encontrar en el cuerpo humano tanto en el tejido conjuntivo, como en los cartílagos, vértebras de la columna, las capas de la piel, etc.
Es una molécula perteneciente a la familia de los glicosaminoglicanos (GAG) y posee la propiedad de retener grandes cantidades de agua y extender su estructura a la hora de disolverse, cualidad que lo convierte en un lubricante excelente. Esta propiedad se consiguen gracias al gran número de grupos OH y de cargas negativas de esta molécula.
El ácido hialurónico es el responsable de la hidratación de la piel y su concentración desciende con la edad, debido a que nuestro cuerpo lo sintetiza menos, en consecuencia, la piel envejece, se debilita y pierde hidratación y elasticidad obteniendo una piel seca caracterizada por un cruzamiento de fibras de colágeno. La vida media de ácido hialurónico en la piel es inferior a 1 día.
De ahí que tenga innumerables propiedades en el campo de la estética, la medicina y la cosmética.
PROPIEDADES
Las arrugas y la flaccidez de la piel asociadas al paso de los años vienen determinadas en gran medida por la reducción del ácido hialurónico presente en nuestra piel y por la disminución de la capacidad de nuestro organismo para reponerlo. En efecto, con el tiempo, su presencia disminuye, en particular porque los radicales libres a los que estamos expuestos (sol, contaminación, etc.) lo destruyen. Poco a poco, nuestra piel se seca y se arruga. Se estima que a los 50 años los hombres y las mujeres solo tienen la mitad de la cantidad de ácido hialurónico que tenían en la infancia.
El ácido hialurónico es capaz de retener más de 1.000 veces su peso en agua como si se tratara de una “esponja molecular”, por lo cual restaura las propiedades elásticas de la piel y permite alisar su superficie.
Esa capacidad que ya hemos explicado de retener e inmovilizar el agua dentro de los tejidos, convierte el ácido hialurónico en un potente agente hidratante. Su forma habitual en cosmética es de hialuronato de sodio y su presencia contribuye al funcionamiento de las células dérmicas aportando turgencia y elasticidad. De hecho, se ha demostrado que un cosmético con ácido hialurónico aporta mayor elasticidad a la piel que uno basado en el colágeno.
El ácido hialurónico participa activamente en dos procesos vitales de una célula: la división y la proliferación. La renovación celular es un suceso esencial en el envejecimiento.
Como el hialuronato tiene capacidad para promover esta renovación, desempeña un papel importante en los cosméticos que integran este principio activo.
El AH contribuye en la eliminación de radicales libres, mejorando el estado de la piel y protegiéndola frente a los rayos ultravioletas del sol. Algunos protectores solares incorporan un pequeño porcentaje de ácido hialurónico para mantener la piel sana durante largos periodos frente al sol. Así también ayuda a mantener el material genético protegido de las mutaciones causadas por estas radiaciones. En este sentido, la regeneración de los tejidos es útil tanto en el sector cosmético (rejuvenecimiento facial) y en el médico.
SODIUM HIALURONATE vs. HYDROLYZED SODIUM HYALURONATE
El ácido hialurónico como tal es una macromolécula que aplicada sobre la piel, debido al pequeño tamaño de nuestros poros, es incapaz de penetrar hacia la dermis y actuar en la matriz extracelular. A este ácido hialurónico macromolecular es al que llamamos APM. Este ácido consigue efectos superficiales, hidratantes y filmógenos, es decir actuarán como una capa protectora que evitará que el agua presente en la superficie de la piel se evapore, pero si lo que buscamos son efectos de relleno, la formulación debería incluir ácido hialurónico de bajo peso molecular BPM.
Existen enzimas capaces de romper esa macromolécula en fragmentos más pequeños. Estos oligómeros de AH son los que conocemos como bajo peso molecular, capaces de penerar desde la superficie hasta la matriz celular de la dermis, donde además de alisar las arrugas y eliminar la flacidez, gracias a su poder rellenador son capaces de estimular la síntesis de ácido hialurónico endógeno mediante una serie de mecanismos.
En cosmética, el ácido hialurónico de bajo peso molecular (ácido hialurónico LW) desempeña un papel fundamental en la migración y en la proliferación de las células, dos procesos que se producen en toda regeneración, reconstrucción o cicatrización de heridas. Las capacidades regeneradoras del ácido hialurónico de bajo peso molecular pueden por tanto utilizarse eficazmente para tratar el envejecimiento de la piel. También se utiliza, por estas mismas propiedades, en forma de inyecciones intradérmicas para rellenar las arrugas o en cirugía oftalmológica y articular.
AH EN LOS PRODUCTOS BIO MER
Una gran parte de nuestros productos faciales contienen ácidos hialurónicos de distintos pesos moleculares. Entre ellos destaca la crema Lift & Refill de la línea Marine Cell, el concentrado de tratamiento Lift & Refill, el serum reafirmante Sireia y la crema solar de la línea Solar Cell Defense.
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