LAS VITAMINAS EN LOS PRODUCTOS COSMÉTICOS: ¿SON EFICACES?

Es una tendencia en la industria cosmética ofrecer al público una gran variedad de productos que vienen anunciando grandes concentraciones de VITAMINAS. Al consumidor le resulta llamativo ya que todos conocemos el papel de estos y su importancia para nuestra salud. Pero y ¿qué hay de su uso tópico? ¿Realmente dan resultados? La respuesta es ¡SÍ! De hecho, existen numerosos estudios clínicos que han demostrado la eficacia del uso de vitaminas en las formulaciones de productos para cuidado de la piel.

Muchas de las vitaminas cosmecéuticas se han adaptado de sus equivalentes orales, puesto que las sustancias que se suponen seguras para uso oral, también resultan seguros para su aplicación tópica. Por ello, no es de extrañar que muchos fabricantes de cosméticos incluyan en la formulación de sus productos diversas vitaminas (A, C y E) y sus derivados, con la idea de conservar y proteger la piel.

TIPOS DE VITAMINAS

Distinguimos entre vitaminas hidrosolubles (B y C) y vitaminas liposolubles (A,D,E) las hidrosolubles son más frágiles mientras que las liposolubles se conservan  más fácilmente, aunque una parte de su actividad se pueda perder  por oxidación. Por ello se requieren  estudios y desarrollo de nuevas técnicas que mejoren cada vez más la estabilidad, absorción y asimilación de estos ingredientes.

VITAMINAS A, C, E

Es cierto que al llevar una dieta sana y equilibrada, las vitaminas ya se hacen presentes en nuestro organismo. Sin embargo es muy difícil calcular la cantidad exacta de frutas y verduras que uno debe consumir al día para llegar a los niveles recomendados de vitaminas y minerales. Al mismo tiempo, algunos de los productos para cuidados de la piel contienen las vitaminas casi en estado puro. Antes de escoger una crema u otra, debemos conocer las propiedades de cada vitamina, así como nuestro tipo de piel y sus necesidades. De esta manera podemos elegir el producto más adecuado de acuerdo a las necesidades de cada persona.

•  LA VITAMINA A 

La vitamina A es precursor o formador del ácido retinoico, una sustancia orgánica que actúa como regulador celular en diferentes órganos y tejidos, incluyendo la piel. Un efecto del ácido retinoico, importante desde el punto de vista cosmético, es que estimula la síntesis de colágeno e inhibe su degradación. El ácido retinoico estimula también la producción de células nuevas en las capas internas de la piel y acelera la eliminación de las células muertas de las capas superficiales. Ambos efectos contribuyen a suavizar y desvanecer las arrugas y los signos de la edad. Los cosméticos no contienen ácido retinoico sino precursores inactivos, como el RETINOL, o derivados más estables, los cuales deben ser convertidos en ácido retinoico por las células vivas de la piel.

• LA VITAMINA E

La función principal de esta vitamina es actuar como antioxidante, protegiendo las células de los radicales libres, los cuales pueden atacar e inactivar una gran diversidad de biomoléculas en la piel, incluyendo proteínas, ácidos nucleicos y lípidos. Esta vitamina atrapa los radicales libres presentes en las membranas de las células y su adición directa sobre la piel ejerce un efecto protector. La forma de la vitamina A que actúa de manera más eficaz es el alfa-tocoferol que impide la penetración de la radiación ultravioleta, actuando  como un filtro solar. Como ingrediente cosmético este derivado favorece la microcirculación mejorando de esta manera la elasticidad y la hidratación de la piel, evitando la formación de arrugas. Actúa también en la regeneración celular con lo cual es ideal para atenuar cicatrices.

• LA VITAMINA C

El cuerpo humano no puede sintetizar esta vitamina ya que no posee la enzima necesaria para su producción. La vitamina C se debe de obtener mediante la dieta, y está contenida en los cítricos y en las verduras de hoja verde. Aún así la absorción de vitamina C es limitada, por tanto se ha convertido en uno de los componentes cosmecéuticos de aplicación tópica más utilizado.  Es la encargada de colaborar en la formación del colágeno y elastina, mejorando de ésta manera la elasticidad. Es antioxidante y otorga tonicidad a la piel lo que ayuda a retrasar el envejecimiento cutáneo. Aunque la vitamina C no puede producir fotoprotección  por sí misma, parece que tiene un efecto óptimo junto con la Vitamina E. La vitamina C es también antiinflamatoria y los dermatólogos la han utilizado para tratar diferentes dermatitis inflamatorias. También hay estudios de la mejoría del acné con vitamina C tópica al 5% aplicada dos veces al día junto  con microdermoabrasión.

Fuentes: www.cosmeticamedida.com